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Amenaza sonda soviética impactar en la Tierra

MADRID.- Los ojos de científicos, militares y agencias espaciales de todo el mundo están fijos en el cielo. Hay un riesgo “considerable” que una sonda soviética, lanzada hace 53 años, regrese de manera descontrolada a la Tierra y se estrelle en cualquier parte del planeta en una sola pieza.

La sonda soviética Cosmos 482 representa un riesgo, pues fue construida para aguantar las enormes presiones de la atmósfera del planeta más cálido del sistema solar: Venus, que era su destino y al que jamás llegó.

La sonda cumplió 53 años de dar vueltas a la Tierra, pero lo hacía en una órbita parecida a un huevo, que a veces la alejaba del planeta y a veces la acercaba. Hoy sus vueltas se han ido acortando y pronto regresará y nadie sabe aún dónde caerá, y aunque las posibilidades de que lo haga en algún océano son muy altas, tampoco hay que descartar que se reciba el golpe en el patio de su hogar.

Cosmos 482, un objeto ovalado de un metro de diámetro y media tonelada de peso podría caer en cualquier lugar del planeta entre la noche de del viernes y la madrugada del sábado.

Hasta el momento la información oficial sobre este objeto ha sido prácticamente nula. Se trata de un proyecto secreto de la era soviética lo que hace que las agencias espaciales sepan muy poco sobre la Cosmos 482.

Si tengo que apostar, apuesto a que cae en el agua”, resume Benjamín Bastida Virgili, ingeniero nacido en Barcelona hace 43 años que trabaja en el servicio de vigilancia de basura espacial de la Agencia Espacial Europea, en Darmstadt, Alemania.

Bastida explica que se ha activado el protocolo de seguimiento del Comité Internacional para la Coordinación de la Basura Espacial, un organismo en el que están representadas 13 agencias espaciales incluida la ESA, su homóloga estadounidense, NASA, además de las agencias de Reino Unido, Francia, Italia, Rusia, Ucrania, China y Japón, entre otras. Aunque todas forman parte del comité, el intercambio de información entre algunas de ellas es prácticamente nulo. Rusia, por ejemplo, lleva tiempo sin aportar datos, aunque sus radares hacen un seguimiento detallado de los objetos espaciales que periódicamente caen a la Tierra. La mayor fuente de información para el mundo occidental la aporta la NASA con su red de radares, aunque tanto la ESA como algunas de las agencias europeas tienen sus propios instrumentos.

Este caso es interesante, pero hay que ponerlo en contexto”, explica Bastida. “Cada semana reentra en la atmósfera un cohete o un satélite de más de una tonelada. Y de estos satélites y cohetes que entran, hay una probabilidad que haya partes que resistan e impacten directamente con la superficie. Y ahora con Starlink (la constelación de pequeños satélites del magnate Elon Musk) tenemos unos cuatro o cinco satélites reentrando cada semana”, aunque en teoría se deshacen antes de tocar el suelo.

La nave sigue una órbita casi circular sobre la Tierra. En su punto de máximo acercamiento está a unos 200 kilómetros o incluso menos, lo que significa que caerá a nuestro planeta en cuestión de días en algún punto entre los 52 grados norte y sur, es decir, prácticamente cualquier punto del planeta fuera de los polos. Los márgenes de incertidumbre actuales son aún demasiado grandes para descartar cualquier continente salvo la Antártida, aunque lo más probable es que nunca llegue a impactar en tierra, pues la mayor parte de su trayectoria es sobre el océano.

La Cosmos 482 fue lanzada en marzo de 1972. Nunca logró escapar de la órbita baja terrestre. Después de alcanzar una órbita de estacionamiento alrededor de la Tierra, la nave aparentemente intentó lanzarse hacia una trayectoria de transferencia a Venus. Sin embargo, se separó en cuatro partes: dos de ellas permanecieron en órbita baja terrestre y decayeron en un plazo de 48 horas, mientras que las otras dos piezas, presumiblemente la sonda de aterrizaje y la unidad de motor de la etapa superior separada, entraron en una órbita más alta a entre 210 y 9 mil 800 kilómetros de la Tierra, según la NASA.

Se cree que un fallo provocó que la ignición del motor no alcanzara la velocidad necesaria para la transferencia a Venus, dejando la carga útil en esta órbita elíptica terrestre que ha ido decayendo con el tiempo y cuya historia podría terminar este 10 de mayo.

Stereo91

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