CIUDAD DE MÉXICO.- La Comisión Federal de Electricidad de México reconoció el martes haber presentado un reporte falsificado de incendio para explicar un apagón generalizado ocurrido el mes pasado.
La CFE ha sido criticada por ser anticuada y contaminante, y había negado rotundamente que el apagón fuera resultado de la incompetencia. En su lugar, aseguró, un incendio provocó una especie de corto circuito que se extendió por la red.
El problema ocurrido el 28 de diciembre pasado en el tendido eléctrico de la paraestatal provocó un apagón de dos horas que afectó a una cuarta parte de los consumidores del país.
La compañía publicó un supuesto reporte de un incendio forestal en un área ubicada bajo torres de transmisión de electricidad que, aseguró, provocó el apagón. Pero el estado de Tamaulipas, limítrofe con Estados Unidos, sostuvo que el documento, supuestamente emitido por la agencia estatal de protección civil, era falso.
El martes, Noé Peña Silva, el director de transmisión de la CFE, señaló que el caso en contra de los empleados que presentaron el documento supuestamente falsificado ya fue referido a la oficina de asuntos internos de la dependencia.
La reacción que ha habido en relación con este documento apócrifo debe de investigarse”, dijo el director de la CFE, Manuel Bartlett. “Desde luego habrá responsables de la circulación de este documento apócrifo”.
Por otra parte, ese concepto es usado para distraer la atención de lo realmente importante: el correcto funcionamiento del Sistema Eléctrico Nacional”, afirmó.
La paraestatal ha sido criticada por ser un bastión del gobierno centralizado a la vieja usanza, debido a que ha resistido al crecimiento de las energías renovables y se ha inclinado por las viejas plantas termoeléctricas que operan con combustibles fósiles.
El presidente de México Andrés Manuel López Obrador defendió firmemente a la CFE, tal como lo hace con todas las industrias del Estado, y también defendió a Bartlett, un político de la vieja guardia que se desempeñó en algunos de los gobiernos más antidemocráticos del antiguo partido gobernante, el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Tanto López Obrador como Bartlett afirman que las compañías privadas de generación eléctrica han recibido tratos preferenciales en la venta de energía a la red, pero que causan problemas debido a una generación intermitente y al no contribuir lo suficiente para mejorar las líneas de transmisión.
El escándalo de falsificación es un duro golpe al eslogan central de López Obrador: “No mentir, no robar y no traicionar”.