JERUSALÉN.- Los bombardeos israelíes y la lluvia de misiles lanzada por Hamas ya cobró hasta la noche de este martes 33 vidas en la zona de conflicto y el temor de una guerra tomó más fuerza.
Israel lanzó nuevos ataques aéreos contra la Franja de Gaza, mientras que los combatientes palestinos atacaron el sur de Israel con cientos de cohetes. Los nuevos desarrollos han matado por lo menos a 30 personas en Gaza, entre ellas 10 menores de edad, y a por lo menos tres personas en Israel.
Durante la madrugada, aviones israelíes atacaron un edificio en la ciudad de Gaza. La estructura de nueve pisos alberga apartamentos residenciales, empresas de producción médica y una clínica dental.
Los aviones israelíes dispararon cinco cohetes de advertencia desde un avión no tripulado para alertar a la gente del bombardeo que se avecinaba el miércoles temprano. Poco después, los aviones volvieron a golpear el edificio después de que periodistas y rescatistas se reunieran alrededor. No hubo noticias inmediatas sobre víctimas. El rascacielos sufrió graves daños. El humo y los escombros llegaron a la oficina de The Associated Press en Gaza, a 200 metros de distancia.
El aluvión de cohetes disparados desde la Franja de Gaza y los ataques aéreos de Israel contra el territorio palestino continuaron casi sin parar durante todo el día, en lo que parecían ser algunos de los combates más intensos entre Israel y Hamas desde su guerra de 2014.
El fuego fue tan implacable que el sistema antimisiles israelí Cúpula de Hierro pareció estar abrumado. Se veían columnas de humo emergiendo de muchos lugares en la
Para el martes en la noche, la violencia había alcanzado la ciudad de Tel Aviv, que fue atacada con cohetes disparados desde la Franja de Gaza. Al menos tres personas murieron. Las andanadas de los cohetes activaron las sirenas de ataque aéreo en toda la ciudad, y el principal aeropuerto internacional fue cerrado temporalmente.
Hamas dijo haber disparado un total de 130 cohetes, su ataque más intenso a la fecha, en respuesta a que Israel destruyó un edificio en Gaza. El sonido del lanzamiento de los cohetes pudo escucharse en Gaza. Mientras los cohetes se elevaban, en las mezquitas retumbaban coros de «Dios es grande», «victoria del islam» y «resistencia».
Un cohete impactó contra un autobús en la ciudad de Holón, al sur de Tel Aviv. Tres personas resultaron heridas, incluida una niña de 5 años, y el autobús quedó envuelto en llamas, dijeron médicos.
Desde la puesta del sol del lunes, 30 palestinos, entre ellos 10 niños y una mujer, murieron en Gaza, la mayoría por ataques aéreos, dijeron las autoridades de salud locales. El ejército israelí dijo que al menos 16 de los muertos eran milicianos.
Tres personas fallecieron por cohetes disparados desde Gaza que alcanzaron sus casas en Tel Aviv, los primeros fallecimientos israelíes en la actual ola de violencia. Al menos otros 10 israelíes han resultado heridos desde el lunes por la noche.
El Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu advirtió que la lucha continuaría por algún tiempo. En un discurso transmitido en cadena nacional el martes por la noche, Netanyahu afirmó que Hamas y Yihad Islámica «han pagado y pagarán un alto precio».
Esta campaña tomará tiempo, con determinación, unidad y fortaleza», agregó.
Incluso antes de las muertes israelíes, las fuerzas armadas de Israel dijeron que había decidido enviar refuerzos militares a la frontera con la Franja de Gaza, y el Ministro de Defensa ordenó la movilización de 5 mil soldados de reserva.
El teniente coronel Jonathan Conricus, un portavoz militar, dijo a la prensa que el objetivo era enviar un «mensaje claro» a Hamas.
Las diplomacia internacional se hizo presente. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, exigió un alto a la «espiral» de violencia, dijo un portavoz de la ONU. El Secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, conversó con el Ministro israelí del exterior para condenar los ataques de Hamas y «reiterar el mensaje importante a favor de una desescalada», señaló el Departamento de Estado.
La andanada de cohetes y ataques aéreos fue precedida por horas de enfrentamientos el lunes entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes, incluso choques dramáticos en el complejo de la mezquita Al-Aqsa de Jerusalén, un lugar sagrado para judíos y musulmanes. La violencia actual, al igual que las rondas anteriores, incluida la última intifada, o insurrección palestina contra Israel, se ha visto alimentada por los reclamos de cada parte sobre Jerusalén, que es el núcleo emocional del añejo conflicto.
En una señal de malestar creciente, cientos de residentes de comunidades árabes en todo Israel participaron en manifestaciones nocturnas para protestar por las acciones recientes de las fuerzas de seguridad israelíes contra los palestinos.
Fue una de las mayores protestas de ciudadanos palestinos en Israel en los últimos años. En la ciudad de Lod, en el centro de Israel, la Policía disparó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras después de que los dolientes arrojaron piedras contra policías durante el funeral de un árabe presuntamente asesinado a tiros por un residente judío la noche anterior.
Miles de personas participaron en el funeral y la Policía dijo que la multitud prendió fuego a una patrulla, un autobús y una motocicleta. Dos policías resultaron heridos.