CIUDAD DE MÉXICO.- La banda británica Supergrass se presentará en la Ciudad de México el 2 de septiembre en el Teatro Metropólitan de la colonia Centro. Tocará en su totalidad I Should Coco, su primer disco, acelerado y ganchero del que se cumplen 30 años. Formados en Oxford en 1993, fueron una parte del panorama masivo del rock británico de su época.
En 1995 el britpop estallaba como fenómeno masivo, con la famosa rivalidad Oasis vs. Blur al frente, y varios aspirantes al número 1, como Pulp y Supergrass. Estos últimos no se acercaron a lograrlo, aunque la cantidad de éxitos potenciales en su álbum debut podría haber torcido la historia. Fue el año en que Oasis editó What’s the Story? Morning Glory, así que no tanta gente se enteró de la existencia de Supergrass, grupo formado por Gaz Coombes, voz y guitarra; su amigo Mick Quinn en el bajo y Danny Goffey en la batería, que también contribuyó en la composición de varias canciones.
Echemos un vistazo al panorama: Oasis cantaba abiertamente sobre querer ser estrellas de rock, Blur era una contracara más pop, con un guitarrista medio introvertido y un cantante que buscaba comerse las cámaras. Pulp estaba en su propio camino y de estos tres fue el único que de alguna forma incorporó el fenómeno de los raves que cautivaba a los jóvenes sin tanta propaganda.
Entre Pulp, Oasis y Blur, Supergrass estaba más cerca de Oasis, ya que ambos grupos eran abiertamente retro. Al fondo estaban los experimentos electrónicos de los músicos del sello Warp, la música jungle y grupos de rock más extraños, que no fueron correctamente difundidos fuera de Inglaterra, como Ride, que ya iba por el final de su primera encarnación.
Era una fórmula antigua y existió antes de que The Beach Boys la utilizaran durante su primera época; la exaltación de la juventud por la juventud misma fue exactamente lo que Supergrass aplicó en el tema Allright, dominado por un piano monocorde, el video los mostraba girando en una cama sobre una playa y chocando una bicicleta, lo que suena completamente inocente, pero había cierto frescor en su propuesta, en un contexto que exaltaba las complicaciones de conseguir fama, la soberbia y la culpa del éxito como temas para las letras de la canciones.
En Caught by The Fuzz, Supergrass cantaba acerca de un encuentro desafortunado con la policía en la preadolescencia, basado en una historia real. La música, como en otras partes del disco, tenía ganchos acelerados y recordables. Tuvieron tiempo para un lento cuando grabaron el cover de Time is on My Side, canción que tuvo su origen en una orquesta de jazz, que pasó a ser versionada con vocales femeninas y se convirtió en un éxito en 1964, cuando Los Rolling Stones la grabaron para su segundo disco. Cuando llegó la hora de firmar el contrato discográfico para I Should Coco, Supergrass eligió al sello Parlaphone, que editó a The Beatles. Entre sus influencias también citaban a The Kinks, The Jam, Buzzcocks y T-Rex.
Todo el disco está lleno de hits, si sumamos I’d like to Know, Mansize Rooster y Strange Ones, la cuenta da cinco composiciones propias que podrían haber sido el tema más conocido del debut.