TEL AVIV.- El intempestivo ataque de Israel contra objetivos iraníes la madrugada del viernes (noche del jueves, tiempo de México) tuvo el propósito de frenar planes de Teherán para producir armas nucleares, aseguró el gobierno israelí.
Según la administración del premier israelí Benjamin Netanyahu, esa producción de armamento era “inminente”.
Sin embargo, el hecho lo pudo haber precipitado el apoderamiento por parte de Irán de documentos secretos sobre estrategias de ocupación de Israel y sobre sus instalaciones nucleares, según reveló el 7 de junio el canal Al Mayadeen, con sede en Beirut.
Los documentos fueron obtenidos hace tiempo, pero dado el volumen, fue necesario llevarlos en estricto sigilo a territorio iraní para después dar a conocer su incautación.
El gobierno de Israel dijo ayer que “Irán está sólo a instantes de un armamento nuclear. La amenaza inminente que esto significa deja a Israel sin otra opción más que eliminarla antes de que sea demasiado tarde”.
La embajada israelí en México aseguró que Irán acumuló grandes cantidades de uranio altamente enriquecido suficientes para fabricar más de nueve bombas nucleares.
Israel atacó el viernes directamente la instalación nuclear de Natanz, donde Teherán enriquecía uranio.
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU, Rafael Mariano Grossi, dijo que las centrifugadoras de Natanz podrían haber resultado dañadas, pero que las instalaciones subterráneas, a 40 metros de profundidad, permanecían intactas.
Sin embargo, la Fuerza Aérea Israelí declaró que el ataque en Natanz impactó una cámara subterránea de varios pisos con centrifugadoras, salas eléctricas y otras infraestructuras.
El analista Thomas Friedman consideró en The New York Times que “si Israel logra dañar el proyecto nuclear iraní para forzar, al menos temporalmente, la suspensión de sus operaciones de enriquecimiento, sin duda representaría una importante victoria militar”.
Si Israel fracasa en este empeño podría desencadenarse una guerra de desgaste entre los dos ejércitos más poderosos de la región”, agregó.
El enfrentamiento entre Israel e Irán escaló ayer con aviones de guerra israelíes que lanzaron cientos de bombas sobre Irán y la respuesta de Teherán con drones y misiles, algunos de los cuales eludieron el sistema de defensa israelí “Domo de Hierro”, que impactaron principalmente en Tel Aviv. El intercambio de fuego continuaba hasta anoche.
OFENSIVA ISRAELÍ
– La población iraní no había experimentado un ataque semejante en casi 40 años como el iniciado la madrugada del viernes, y fue producto de años de intensa actividad de espionaje israelí.
– La operación “León Naciente” incluyó el despliegue de drones y otras armas contrabandeadas a Irán por agentes israelíes infiltrados, según reportaron funcionarios de Tel Aviv.
– Sus objetivos principales fueron la cúpula militar y científica de Irán y una planta de enriquecimiento nuclear sobre la superficie cerca de la ciudad de Natanz. Los principales jefes militares castrenses y expertos nucleares fueron abatidos.
– El saldo de los ataques era de 78 muertos -entre ellos mandos iraníes- y 320 heridos.
– Fuentes militares de Irán aseguraron que derribaron dos aviones israelíes F-35 que atacaron en un segundo bombardeo.
– Israel destruyó la base aérea de Tabriz.
RESPUESTA IRANÍ
– Teherán contraatacó con drones y más de 150 misiles balísticos, algunos de ellos de alta precisión. Estados Unidos afirmó haber apoyado a Israel en la defensa antimisiles.
– Siete puntos de Tel Aviv y sus alrededores fueron alcanzados, según un oficial militar israelí, destruyendo edificios.
– Columnas de humo se alzaron sobre la ciudad y algunos edificios quedaron reducidos a escombros, imágenes inusuales para un país que por décadas ha logrado frenar miles de proyectiles procedentes de países vecinos. – Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que detectaron también un misil lanzado desde Yemen.