EL CAIRO.- Ataques aéreos israelíes impactaron la capital de Yemen el domingo, días después que los rebeldes hutíes dispararan un misil hacia Israel –cuyo ejército describió como la primera bomba de racimo que los rebeldes han lanzado contra su país desde 2023.
Los hutíes, respaldados por Irán, señalaron que los ataques impactaron en distintas áreas de Saná. El Ministerio de Salud dirigido por los hutíes señaló que al menos dos personas murieron y otras 35 resultaron heridas.
La televisora satelital rebelde Al-Masirah reportó un ataque contra una compañía petrolera, y un video difundido en las redes sociales mostró una bola de fuego saliendo de ese sitio.
El ejército de Israel indicó que atacó las plantas de energía Asar e Hizaz, calificándolas como “una instalación de suministro eléctrico significativa para actividades militares”, junto con un sitio militar donde se encuentra el palacio presidencial.
Residentes de Saná dijeron a The Associated Press que escucharon fuertes explosiones cerca de una academia militar cerrada y el palacio presidencial. Añadieron que podían ver columnas de humo cerca de la Plaza Sabeen, un lugar de reunión central en la capital.
El ruido de las explosiones fue muy fuerte”, resaltó Hussein Mohamed, quien vive cerca del palacio presidencial.
Ahmed al-Mekhlafy declaró haber sentido la fuerza abrumadora de los ataques.
La casa se sacudió y las ventanas se rompieron”, dijo a la AP por teléfono.
Los hutíes han lanzado misiles y drones hacia Israel y han atacado barcos en el Mar Rojo durante más de 22 meses, bajo el argumento de que están atacando en solidaridad con los palestinos en medio de la guerra en Gaza.
Nasruddin Amer, subdirector de la oficina de medios hutíes, afirmó que los últimos ataques aéreos no disuadirán a los rebeldes y prometió continuar la ofensiva contra Israel.
Nuestras operaciones militares en apoyo a Gaza no se detendrán, si Dios quiere, a menos que se detenga la agresión y se levante el asedio”, escribió en las redes sociales.